Crystal Palace atraviesa un buen momento, con una racha de tres empates y dos victorias en sus últimos cinco encuentros, destacando el 0-2 logrado ante Tottenham en su más reciente presentación por Premier League. Las “Eagles” han adoptado un estilo basado en la solidez defensiva, con líneas compactas, bloque medio y alta efectividad en las pocas oportunidades que generan; este enfoque conservador también se traduce en una baja producción de córners, especialmente cuando enfrentan a equipos de mayor jerarquía.
Manchester City llega a la final tras una sólida racha de cuatro victorias y un empate en sus últimos cinco partidos, siendo este último un empate 0-0 ante Southampton, donde, pese a su habitual dominio de la posesión, le costó generar ocasiones claras. Los “Citizens” han demostrado un enfoque de control paciente, priorizando la circulación y la búsqueda de espacios interiores antes que los desbordes por banda, lo que ha reducido la cantidad de córners a favor, ya que generan menos situaciones que terminen en tiro de esquina.