Como era de esperarse, el PSG volvió a consagrarse campeón de la Ligue 1, extendiendo su dominio en el fútbol francés a cuatro temporadas consecutivas. Aunque el equipo bajó el ritmo en los últimos partidos, esto ocurrió una vez asegurado el título. Pero no fue su único logro: también se coronó campeón de la Copa de Francia, tras una contundente victoria por 3-0 sobre el Reims en la final. Estos títulos reflejan una nueva etapa en el club parisino, que parece haber dejado atrás la era de las superestrellas como Neymar, Messi o Mbappé, para dar paso a un equipo más adaptado a su actual plantilla y estilo de juego.
El rendimiento del Inter en la presente temporada fue bastante sólido. Aunque no logró retener el título obtenido la campaña anterior en la Serie A, finalizó en la segunda posición de la tabla, quedando a solo un punto del campeón, el Napoli. Como es habitual en el conjunto nerazzurro, su poderío ofensivo fue uno de los aspectos más destacados, con un promedio superior a los dos goles por partido. Esta capacidad goleadora fue clave para alcanzar un total de 24 victorias a lo largo del campeonato.
