El Paris Saint-Germain llega a esta final en un gran momento de forma, habiendo ganado cuatro de sus últimos cinco compromisos, incluido el reciente triunfo por 3-1 frente a Auxerre en la Ligue 1. El conjunto parisino ha demostrado una notable constancia ofensiva, anotando en cada uno de esos partidos y haciendo valer la calidad de su plantilla. En este duelo decisivo, los “Parisiens” apostarán por imponer condiciones desde el inicio, respaldados por su experiencia en finales y una propuesta de juego basada en la presión alta, posesión y desequilibrio individual.
Reims afronta esta final en medio de una racha negativa, acumulando cinco encuentros sin conocer la victoria, con un saldo de dos empates y tres derrotas. En su más reciente presentación, igualaron 1-1 ante Metz, un resultado que evidenció nuevamente sus problemas en defensa. A pesar del momento irregular, los “Rouges et Blancs” intentarán competir con intensidad en esta definición. En caso de verse abajo en el marcador, es probable que asuman un enfoque más ofensivo, lo que podría generar un desarrollo de partido más abierto y con espacios, especialmente ante un rival como el PSG que sabe capitalizar los errores del adversario.
