El Ciclón Bananero tendrá la ventaja de jugar en casa, un factor que intentará aprovechar al máximo para reencontrarse con una victoria que se le ha hecho esquiva durante toda la temporada. Actualmente ocupa el último lugar en la tabla general con apenas 8 puntos, y sin opciones matemáticas de clasificar o pelear por algo relevante en esta edición del campeonato, su objetivo pasa por cerrar la campaña con dignidad y mejorar su imagen ante su afición. Su más reciente presentación fue una derrota ante Deportes Tolima, resultado que extendió su racha negativa y evidenció nuevamente sus falencias tanto en defensa como en generación ofensiva. Aun así, el equipo intentará recuperar algo de orgullo en este cierre de torneo, apelando al empuje de su gente y a la necesidad de romper la mala racha.
Los Diablos Rojos atraviesan un presente completamente distinto al de su rival. El equipo se encuentra en zona de clasificación a los cuadrangulares y mantiene vivas sus aspiraciones de cerrar esta fase en lo más alto de la tabla. Con solo dos jornadas por disputar, aún tiene chances matemáticas de alcanzar el primer lugar, siempre y cuando logre sumar de a tres y se den algunos resultados favorables en los demás encuentros. Si bien su rendimiento reciente ha estado marcado por una serie de empates —incluido el último, un 1-1 ante Huracán por Copa Sudamericana—, el conjunto dirigido por su cuerpo técnico confía en que puede recuperar la contundencia necesaria para afrontar este cierre de fase con el impulso anímico ideal. Su equilibrio en ataque y defensa, además de su experiencia en este tipo de instancias, lo convierten en un serio candidato para llegar lejos.